Baterías AGM para moto

Las baterías AGM para moto son una opción cada vez más pop­u­lar entre los moto­ci­clis­tas debido a sus exce­lentes car­ac­terís­ti­cas y ben­efi­cios. AGM sig­nifi­ca “Absorbed Glass Mat” o “Man­ta de vidrio absorbido” en español, y se refiere a la tec­nología uti­liza­da en la fab­ri­cación de estas baterías.

La prin­ci­pal ven­ta­ja de las baterías AGM es que están sel­l­adas y libres de man­ten­imien­to, lo que sig­nifi­ca que no es nece­sario ver­i­ficar el niv­el de elec­troli­to ni agre­gar agua des­ti­la­da reg­u­lar­mente. Esto las con­vierte en una opción ide­al para moto­ci­cle­tas ya que se evi­ta el ries­go de fugas y se pueden uti­lizar en cualquier posi­ción.

 

Baterías AGM para motocicleta. Alta capacidad de arranque y resistencia

Además, las baterías AGM tienen una alta capaci­dad de arranque y una exce­lente resisten­cia a las vibra­ciones, lo que las con­vierte en una opción ide­al para motos de alta cilin­dra­da o con un uso inten­si­vo. Tam­bién son muy duraderas y pueden man­ten­er una car­ga por lar­gos perío­dos de tiem­po sin necesi­dad de ser recar­gadas.

Otra ven­ta­ja de las baterías AGM es su alta resisten­cia a la descar­ga pro­fun­da, lo que las hace ide­ales para motos con sis­temas de audio o luces LED que pueden con­sumir una gran can­ti­dad de energía. Además, son muy efi­cientes y pueden recar­garse ráp­i­da­mente uti­lizan­do un car­gador de batería de alta cal­i­dad.

Sin embar­go, es impor­tante ten­er en cuen­ta que las baterías AGM tienen un cos­to lig­era­mente más alto que las baterías con­ven­cionales de plo­mo-áci­do. Aunque en el largo pla­zo pueden resul­tar más económi­cas debido a su may­or dura­bil­i­dad y bajo man­ten­imien­to, es impor­tante con­sid­er­ar si el cos­to ini­cial se ajus­ta a tu pre­supuesto.

En resumen, las baterías AGM para moto son una exce­lente opción para aque­l­los moto­ci­clis­tas que bus­can una batería de alta cal­i­dad, libre de man­ten­imien­to y con una alta resisten­cia a las vibra­ciones y descar­gas pro­fun­das. Aunque pueden ten­er un cos­to ini­cial más alto, en el largo pla­zo pueden resul­tar más económi­cas y duraderas que las baterías con­ven­cionales.